HISTORIA

No existen datos suficientes para poder determinar cuándo comenzaron en Bullas las procesiones de Semana Santa. En un inventario parroquial realizado en 1741 donde se habla de un Nazareno y un Crucificado, imágenes susceptibles de salir en procesión, aunque el detalle más significativo es la mención de unas andas para el Entierro de Cristo. De finales de aquel siglo XVIII son también las noticias que hablan de una representación del Descendimiento que se hacía en la iglesia parroquial.

Aún existiendo procesiones con motivo de la Semana Santa todavía hay que esperar para que éstas se conformen tal y como las entendemos en la actualidad, organizadas por las cofradías y con la participación de nazarenos o penitentes. Será en la década de 1860 cuando esto se haga realidad. Dos cofradías ya existentes, la de la Soledad (más tarde de los Dolores) y la de la Aurora (luego llamada de San Juan Evangelista), que ya existían desde 1755 y 1821, respectivamente, se convertirán en hermandades pasionarias, mientras que la de Nuestro Padre Jesús Nazareno (1864) y la del Cristo de la Columna se constituirán como tales en esta época. Así pues, en el último tercio del siglo XIX se hallan totalmente consolidadas las procesiones de Jueves y Viernes Santo así como el Encuentro del Domingo de Resurrección en la Plaza Vieja, que se venía celebrando desde 1814.

 

En 1936, tras el estallido de la Guerra Civil, tiene lugar la destrucción o la desaparición de buena parte de las tallas pasionarias de Bullas, pudiendo salvarse tanto San Juan como la Virgen de los Dolores, que continuarán desfilando con la reanudación de las procesiones en la década de los 40. En el caso de Moraos y Coloraos debieron hacerse con nuevos titulares, los primeros en 1944 y los segundos en 1951. Completada la reorganización tras la contienda, los años 50 suponen un periodo de enorme crecimiento de la Semana Santa bullense, con nuevas imágenes y unas cofradías que contaban con numerosos miembros.

Tras una década de 1960 sin demasiados cambios, los años 70 asistieron a otro momento dulce para el panorama pasionario local, en buena medida gracias a las aportaciones del entonces párroco D. Luis Martínez. Impulsó la creación del Cabildo de Cofradías y animó a la adquisición de nuevos pasos como La Verónica o San Pedro. En esta época termina de conformarse la nueva procesión del Domingo de Resurrección, surgida a partir de la recuperación del antiguo Encuentro y que obviamente supuso la incorporación de imágenes propias de este día.

La recta final del siglo XX y el cambio al XXI supusieron un notable desarrollo de la Semana Santa gracias a la apuesta por mejorar las procesiones, a la institución de actos como el Pregón y el nombramiento del Nazareno del Año, así como a la aparición de una nueva cofradía, la de Santiago Apóstol, que debuta en el año 2000. Otros actos complementarios a las propias procesiones como el Prendimiento o el Velatorio del Cristo Yacente, amén de varios traslados, también se han sumado al panorama de los últimos años. A partir de 2006 se asiste a la creación de las agrupaciones musicales de las distintas cofradías, una nueva forma de engrandecimiento de la Semana Santa de Bullas a través de la música y de la implicación en ella de muchas más personas, especialmente jóvenes.